Calentando antes de la salida (Foto Facebook de Polar Adventures) |
Con la satisfacción después de
mi debut en la Media Maratón de Sitges, me inscribí en la Media Maratón de
Barcelona, que se celebró en la Ciudad Condal el pasado domingo 17 de febrero.
Con las vacaciones de la universidad durante parte del mes de enero y febrero,
entrené bastante pero me faltó hacer más hincapié en la carrera a pié. Cada vez
nado con más soltura y me canso menos, y la bicicleta además del disfrute, cada
día voy mejorando, pero creo que aún puedo mejorar mucho en la carrera a pié.
A pesar de la falta de entreno,
las ganas y la ilusión por correr la media de Barcelona, estaban absolutamente
intactas. Quería mejorar el registro de Sitges, carrera en la que bajé un
segundo de la hora y media. Y los inputs que había recibido, eran que el circuito
de Barcelona era más llano que el de Sitges, y que por tanto, era propicio para
hacer mejor marca personal.
Como siempre cuando tengo
carrera, la rutina es la misma. Me levanté tres horas antes de la hora de la
salida, que era a las 8:45 de la mañana. Ducha para despertarme, plato de pasta
y, tras comprobar que lo llevaba todo en la mochila, me fui dirección a los
FGC. En el andén de Sant Cugat, muchísimos runners ya preparados para la
carrera. Cerca de 15.000 inscritos en la que es la media maratón más importante
de Catalunya a nivel de participación. La inscripción, un poco cara, pero las
sensaciones que me quedan, son muy buenas.
Salí del metro en Arc de Triomf
para dejar la mochila en el guarda ropa y el ambiente allí, increíble.
Corredores calentando, gente haciendo cola en el guarda ropa… Amenazaba la
lluvia, pero solo me llevé los guantes como ropa de abrigo, porque mis manos
sufren mucho con el frío. Y me dirigí a la zona de Arc de Triomf a calentar.
Allí, un chico de Polar Adventures me hizo una foto por llevar una camiseta del
Polar Run de la semana pasada y que posteriormente salió en el Facebook de la
marca. ¡Un honor!
Momentos antes de la salida |
Después de calentar, fui a la
zona de salida para aguardar en los instantes previos a la carrera y a ponerme
lo más cerca posible de las liebres de 1h 30’, entre ellos, Robert Mayoral.
Allí es cuando aparecen los nervios, pero yo tenía claro que venía a disfrutar.
A las 8:45 dieron la salida y todos los corredores de los primeros cajones de
salida, nos lanzamos a correr detrás del numeroso grupo de PROS que salieron a
un ritmo increíble.
Los primeros kilómetros fueron
muy lentos por la densidad de gente que había, y es curioso, porque ibas
adelantando a corredores con dorsal azul, que teóricamente salían detrás de los
de dorsal rojo (que era mi caso). Pero me dediqué a lo que realmente había
venido a hacer allí que no era otra cosa que disfrutar de la ciudad de
Barcelona corriendo una media maratón.
Salimos desde Passeig Pujades con
dirección a la estatua de Colón, siempre rodeados de muchos corredores, lo cual
era bastante incómodo e impedía fijar un ritmo constante. Pero es lo que hay, y
la masificación de las carreras populares tiene esto. Lejos de importarme
demasiado, me centré en seguir a los globos de 1h 30’ mientras subíamos por el
Paral·lel, dirección a la Gran Vía. Y en la subida, un globo de una liebre se
esfumó hacia el cielo, lo que me hizo perder la referencia. Por suerte, había
un par de liebres más y seguí a su ritmo.
Sufriendo en la llegada |
El tramo de gran vía permitía
rodar bastante rápido por su anchura y porque es muy llano. Allí estaba el
primer avituallamiento pero preferí no tomar nada porque, a pesar de las malas
sensaciones del inicio recordando el último entreno del jueves que fue muy
malo, había encontrado un ritmo y no me dolía la pierna ni tenía sed. Seguí
bien y después de pasar por Arc de Triomf, nos dirigimos hacia la zona de
Poblenou, que en algunos tramos estaba un poco mal el asfalto. Esa es la única
zona que no es bonita de todo el recorrido, ya que pasamos por zonas de
fábricas y almacenes que quitan el encanto después de haber pasado por la zona
de Gran Vía o Paseo San Juan.
Lo importante era seguir tirando
y los parciales iban bastante correctos para bajar de 1h 30’ al final de la
carrera. Y en parte eso era porque el trazado es súper llano en su totalidad,
lo que sin duda favorece a hacer buenas marcas. Después de Poblenou bajamos
hacia la zona del Fórum de les Cultures, donde estaba el paso por el kilómetro
15 y un punto donde me adelantó Ramón Casals, ¡qué fuerte que va el tío!
Allí último avituallamiento y
directos de nuevo a la zona de llegada, que también era la zona de salida. Sin
duda, un muy buen circuito. Desde el Fórum fuimos siguiendo todo el paseo
paralelo al mar, lo que hacía muy agradable los últimos kilómetros. Iba mirando
el tiempo que llevaba cuando pasé por el cartel del último kilómetro y me
decidí a apretar. No había corrido a mi mejor nivel, ni con buenas sensaciones
pero quería acabar haciendo buena marca, y si más no, mejorar la 1h 29’ 59” de
la media de Sitges.
Los últimos 500 metros los hice
a sprint, mirando el tiempo en la zona de meta y con un dolor muy grande en las
piernas. Pero recordando las series en pista, bastante escasas las últimas dos
semanas, y con mis ganas por mejorar el tiempo, al final bajé mi marca de
Sitges en más de 50 segundos. No estoy contento por las sensaciones, pero sí
por el tiempo. Corrí con molestias en la pierna izquierda pero no hay excusas.
Al final salió 1h 29’ 08”, un tiempo decente en un recorrido más llano que en
Sitges, por lo que espero mejorar en breves.
Basuras desbordadas |
Con la medalla de finisher de la Media Maratón de BCN 2013 |
Pablo
ENORME!
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