miércoles, 20 de marzo de 2013

Duatló de Llinars-Ginebró: hay que mejorar la técnica de bajada en MTB

Con Gerard, en nuestro debut en un duatlón de montaña
Un domingo más, madrugar volvía a sentar bien. Para empezar, carrera de F1 por la televisión y luego, debut en un duatlón de montaña, una modalidad que se caracteriza por la dureza física, especialmente del tramo de bici. Y realmente, fue más duro de lo que me esperaba. Llevaba un par de semanas sin coger la mountain bike de forma regular, y tenía claro que iba a ser complicado hacer un buen tiempo. Así que tenía claro que salía a disfrutar.

Otra vez con Gerard, con el que ya he compartido muchas horas de entreno y carreras. Pero para ambos un duatlón de montaña era algo nuevo. Una pena que al final Guille no pudiera venir por culpa de la extraña puntualidad de la Renfe. Cargamos las bicis en el coche y nos pusimos en marcha para ir a Llinars, donde se celebraba el V Duatló de Llinars – Ginebró. La verdad que nos enteramos a última hora, pero sin duda que fue un acierto apuntarnos.

Llegamos sin prisas, con más de una hora de margen antes de la salida para poder recoger el dorsal, prepararnos, y calentar antes de que un ‘trabucaire’ diera el disparo de inicio de la carrera. Por delante nos esperaban 5 kilómetros de carrera a pié, 16 de mountain bike por las montañas del Corredor, y 4 de carrera a pié de nuevo antes de llegar a meta. Todo un desafío y que nada tenía que ver con el duatlón de carretera que hice en septiembre en Gavá.

Salida del duatlón Llinars-Ginebró (foto de  http://www.chicharro.info)
Con el disparo de salida, y con mucho público por los alrededores, empezaba una carrera absolutamente novedosa para mí. Desde el inicio del primer tramo de carrera a pie me puse en el grupo de cabeza con la intención de llegar a la primera transición lo más cercano que pudiera de los líderes. En el perfil que vi en el ordenador no parecía un recorrido duro…pero cuando corres, es absolutamente distinto. Un par de rampas no muy pronunciadas, pero sí muy constantes, iban disolviendo el grupo que se había formado al inicio de la carrera. Era consciente de que tenía que apretar corriendo para llegar a la transición bien posicionado.

El recorrido de la carrera a pié discurría, en su mayoría, por la zona boscosa que hay a las afueras de Llinars, en dirección hacia la báscula de Sant Antoni de Vilamajor. Caminos anchos y sólo un tramo asfaltado para poder enlazar con la transición, situada en el Área Central de Llinars. A pesar del desnivel, entré en a buscar la bici con un tiempo de 19’ 45” y en el top 15, dispuesto a disfrutar sobre la bicicleta.

Iniciando el tramo de MTB (foto de http://www.chicharro.info)
Lo que no me esperaba era la dificultad del tramo de bici, al que se le añadía el barro a causa de las lluvias de los últimos días. Además, mis neumáticos son muy rodadores y les falta taco, lo que me complicó los apenas 16 kilómetros de bici. Y para empezar, tuve problemas con el sillín, que me hizo perder las posiciones ganadas en el tramo de carrera a pié. El recorrido de la bici era espectacular, duro y exigente, algo a lo que no estoy habituado y que me pasó factura.

Gerard iniciando el tramo de MTB (foto de http://www.chicharro.info)
Iban pasando los kilómetros y era una constante de ciclistas que me adelantaban. Cómo se nota que en el Montseny son muy mountain bikers, subiendo muy rápido y sin problemas, pidiendo paso en los senderos y bajando rápido y de forma muy segura en los descensos. Me encanta hacer MTB, pero cuando ves como te pasan con una facilidad pasmosa y tú estás luchando por aguantar un ritmo constante a pesar de la dificultad del trazado, empiezas a pensar que deberías hacer más MTB. Y sobre todo, más técnica de mountain bike.

Después de sufrir durante casi 16 kilómetros por el Parc Natural del Corredor, llegaba a la zona de transición para dejar la bici, calzarme las bambas y correr los últimos 4 kilómetros. Me sorprendió lo bien que me adapté después de la paliza con la MTB a correr a buen ritmo. Eran sólo 4 kilómetros, pero había un poco de desnivel y ya llevaba más de una hora y media al límite. El recorrido repetía tramos del primer circuito de carrera a pie, por lo que ya sabía donde debía apretar para ganar alguna posición. Y así fue, ya que mientras a muchos duatletas el esfuerzo les pasaba factura yo podía correr a un ritmo relativamente aceptable. Con un sprint final hasta el arco de meta, acabé el Duatlón de Llinars –Ginebró en 27ª posición y con muy buenas sensaciones a menos de una semana de la TriNeu de Canillo.

En definitiva, buenos parciales de correr entrando en el top 15 y top 10 en ambos, y con la sensación que en MTB he de mejorar mucho de cara al próximo duatlón de montaña del día 14 de abril en Sant Celoni. Y qué mejor para ello que hacer mountain bike técnica por Collserola un par de días con Julen de la Unió Ciclista Sant Cugat, un crack en esta especialidad y que baja muy bien. Esta semana toca relax para esta a tope el sábado en la TriNeu de Canillo con Uri Barbany y Fernan.

¡Vamos!

Pablo

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